lunes, 11 de agosto de 2008

Viejos...

Mucha gente, se olvida de los viejos. Los tienen en un rincón, para que no molesten, y no les dan el lugar que se merecen.
Recientemente, me tocó de cerca dos casos partículares, en ambos, dueñas Geminianas. En el primero, una hermosa Fox Terrier, Alexia. Ella tenía un caracter particular, cabrona, como toda petisa. Pero muy compañera, demasiado humanizada, y entregaba un cariño a sus dueñas como pocos animales. Era una gorda agradecida de la vida. Dani la crío de chiquita. La tuvo en sus manos desde bebota. La vio crecer, ser feliz, disfrutar el día a día hasta último momento. Hace mas o menos un mes que Ale murió. Yo todavia no me animo a hablar con Daniela, ella la queria mucho, y a pesar de que siempre tengo algo para decir, me quede mudo.
El otro caso es de Norma. Ella tiene a la Perla, una vieja muy singular. Desde que la encontró supo que no era un perro normal. Siempre se le tuvo la paciencia que hacía falta. Se le dío todos los gusto, pero con libertad. Norma es un ser libre, y le gusta que los demás sean libres. Además, ella nunca olvida que un perro no deja de ser un animal, por más que viva con nosotros. Lo que rescato de ella es el valor que tuvo de agarrar un perro viejo de la calle, para quererlo como si fuera un bebe. Los que hicimos esto alguna vez sabemos que se siente. Es muy fácil adoptar un cachorro, pero cuan pocos somos los que nos animamos a llevarnos a un perro viejo a nuestra casa. Un perro viejo, merece una muerte digna. Los que tenemos a estos, sabemos que no va a ser por mucho tiempo, pero sin embargo no lo dudamos y le abrimos la puerta de nuestro hogar.
Quiero dejar unas palabras especiales para estas dos grandes amigas mías...
Siempre le dieron a sus perras lo maravilloso de compartir la vida juntas, jamas las dejaron de lado y nunca le dieron la espalda. Una perra, merece descansar en paz, tener sus últimos días con los seres que le dieron la vida (se la devolvieron a Perla y se la compartío siempre a Ale).
Dani... Siempre fue admiración el cariño que le supiste entregar a Ale, y ella lo sabía. Le ofreciste todo y por eso debes estar con la mente tranquila de que no le fallaste, simplemente le llego el momento y ella se dejo ir porque tenía su vida completa y la disfruto tanto que sintió que nada más que hagas la podía hacer más felíz, alcanzo su climax, su punto de felicidad máximo. Te ofreciste a ella hasta el momento que cerro los ojos y lo va a valorar y agradecer por toda la eternidad.
Norma... Otra vez me saco el sombrero ante vos. No solo por hacer lo que hiciste y lo que estas haciendo por la Pera. Sino por todos los "Gusi" que supiste tener. En estos últimos momentos quiero que te mantenas fuerte y firme a su lado. No le demuestres tu lado mas vulnerable, sino el lado fuerte que ella siempre tuvo a su lado. Salió de la calle sus últimos días de una manera maravillosa y ella lo tiene entendido. Su ciclo se está terminando pero su recuerdo eterno todavia no comenzó. Va a estar en la gloria hasta que tu neurona solitaria se pierda.

Nosotros humanizamos a los perros. Algunos dicen que hacemos mal, pero creo que es lo mejor que nos puede pasar. No me imagino la vida sin ellos, y seria un desperdicio para ellos la vida sin nosotros los amantes de los perros. Toda aquella persona que diga que un animal no tiene sentimientos, quiere decir que ella no tiene sentimientos. A todas ellas les recomiendo hacer terapia, con una mascota...
Ya lo dijo Leonardo Da Vinci: "Llegara el dia en que matar a un animal sera juzgado con el mismo metro que matar a un ser humano"

1 comentario:

Xelda45 dijo...

Gracias Guille!! tu mensaje llega en un día especial para mí lleno de enojo y rencor y tu post es un destello de luz para saber que pese a todo estoy construyendo mi vida bien.
A Perla la lleve al veterinario Guillermo y le puso fin a su agonía. No daba más estaba descompensada porque no quería o no podía comer. El animal es sabio y sabe cuando ha llegado su hora y la intervención humana sólo dificulta su partida y vos sabes que jamás intervengo en ese proceso y, como creo en la eutanasia se resolvió que era hora de sacrificarla. Te juro que Perla la peleó hasta el último instante. Pese a su figura esmirriada y hasta ridícula que llevo como un karma toda su vida era una toro lo noté porque aunque la vida se le escapaba en cada respiro su corazón la peleaba. Perla fue singular buenaza, quizas no le di el mimo pero si le di refugio y respeto y para mí siempre fue bella una Perla Negra. Con ella enterré muchas cosas.
No es que estemos distanciados vos y yo, no estamos compartiendo camino nada más, pero vos sabes que siempre dejo en libertad lo que quiero porque admiro que cada uno siga su camino en vez de quedarse quieto sin construir nada o acomodándose a lo que los demás le ofrecen. Creo que soy una de las personas que más compartió con vos tu vida de perros. Te quiero mucho.