sábado, 21 de julio de 2007

La nieve en Bs As - Villa Celina


Despues de 89 años, Buenos Aires volvio a recibir la nieve de brazos abiertos. La euforia de ver el espectaculo te puede dejar sin palabras, como me sucedio a mi. Pero la experiencia de haber sentido, tocado, vivido la nieve te puede hacer pensar mas de lo que sos capaz de decir. El hecho de solo haber jugado con ella hasta que las manos no se sienten, es algo de otro mundo. El hecho de haber corrido arrojandote bolas de nieve hasta que las piernas dijieron basta, es algo de otro mundo. El hecho de haberte reido y hablado con gente que no te agrada solo por comentar lo que estas viviendo, es algo de otro mundo. El hecho de haber salido a pasear con el frio que hacía solo para ver caminos cubiertos de blanco, es algo de otro mundo. El hecho de haber sido parte de la historia de ver la nieve en Buenos aires, es algo de otro mundo.

Yo disfrute cada momento que estuve con ella, majestuosa, blanca, danzando entre el viento para caer y dejar en mi memoria su rastro. Aun lo sigo disfrutando, veo en cada blog, en cada web, en cada diario, videos, fotos y comentarios de distintos puntos del pais. La admiro, de una forma que solo se puede admirar las cosas increibles. Como cuando te cuentan una leyenda, en la que no crees, pero te pones a pensar: "Y si sucedio en realidad??". La leyenda para mi era que en Buenos Aires nevo alguna vez, que la Plaza de Mayo habia sido fotografiada de blanco. Una leyenda que se convirtío en realidad una vez mas, y que la podremos contar en el futuro como leyenda, cuento, anecdota, historia, o simplemente como un borracho cuenta cosas que aunque nadie le cree, sabemos que son ciertas.

Espero volver a sentir en mi rostro los frios copos de nieve caer en mi cara una vez mas, espero que sea otra vez en la ciudad que me vio nacer, en mi patria. Como dijo Borges alguna vez: "LA PATRIA ES EL SITIO DONDE UNO HA TRANSCURRIDO SU JUVENTUD". Aunque igual yo se que vivir la nieve una vez mas no va a ser lo mismo que cuando la vi por primera vez. El hecho de que mucha gente me haya contado como era, como se sentia, como se vivia, no es lo mismo. No es lo mismo haberme contado de la nieve en Bariloche, o en Mendoza, que sentir la nieve en Buenos Aires, la ciudad mas Europea del mundo, la ciudad mas linda del mundo, que si algo le faltaba para verse asombrosamente linda, era estar cubierta de blanco.