

Durante los años '50, caminó por las calles de nuestra ciudad, un "ciudadano", que con el tiempo se convertiría en un uno de los seres más queridos de nuestra ciudad, durante aquella época, sentimiento que persiste hasta el día de hoy, este particular ciudadano no provenía de una provincia, ni mucho menos de un país extranjero, así como tampoco hablaba ni vestía raro, todo lo contrario, era tan chaqueño y el único idioma que sabía expresar era el de la solidaridad.
Todos lo conocieron y lo adoptaron, como a un hijo, desde el mozo del bar "La Estrella", quien le servía su diaria comida, hasta el Gerente del Banco "Nación", con quien desayunaba café con leche con medialunas, no nos podemos de olvidar de aquellos vagabundos, con a quienes les hacía compañía en esas largas noches invernales, tampoco de aquellos niños, hoy en día ya personas grandes, que compartían, jugaban y se divertían con él, que fue UN SIMPLE PERRO CALLEJERO, QUE NOS ENSEÑO LO QUE ES LA HUMILDAD, LA SOLIDARIDAD Y EL COOPERATIVISMO.
En la ciudad de Resistencia, existen dos esculturas elaboradas con el corazón y con el mero fin de "NO OLVIDAR" a este pequeño ser que caminó por nuestras calles. Una de esas esculturas se encuentra en la esquina de la Avenida 25 de Mayo y la calle Bartolomé Mitre, la otra resguarda su eterna tumba, en el umbral del Fogón de los Arrieros, sobre la calle Almirante Brown N° 350, bajo la escultura hecha en su honor.
No nos podemos olvidar que fue y es motivo de varias canciones de autores de nivel internacional como es el caso de Alberto Cortes, cuya versión fue recientemente interpretada por el Grupo de Rock "Ataque 77".
Después, cuando se constituyó en mito y en bronce, escribieron un libro sobre él, le dedicaron innumerables notas, Alberto Cortez creó una canción que lo recuerda y, al inaugurarse el Monumento al Perro Fernando, del escultor Víctor Marchese, frente a la Casa de Gobierno, el propio gobernador de la Provincia concurrió al solemne acto.
Se creó incluso una obra de títeres esta increíble historia que recorrió salas de teatro de Resistencia y algunas escuelas.
FERNANDO (De un reportaje a Fernando Ortiz, su "descubridor")
Yo cantaba en una orquesta, en los “Los Bancos” y el perro dormía siempre atrás del piano. No se separaba nunca de mi. En una oportunidad, hubo una reunión de artistas. El perro, que por entonces tendría un año, se sentó junto a mi, en la punta de la mesa. Los músicos y mozos decidieron ponerle mi nombre, por esa identificación con mi persona.
Algunas anécdotas
Cuando lo invitaban a una mesa y le acercaban una silla, el seguía la conversación mirando a una u otra de las personas que hablaban. Una noche hacía mucho frío y se me ocurrió darle azúcar con grappa. Al principio no le gustó mucho, pero al rato empezó a pedir más. Cuando terminó, no podía bajar de la silla, y caminaba, borracho, de costado. Una vez, en el Bar Japonés, lo hirieron con un cuchillo, y le tiraron agua caliente. Se le infectó la herida, y tuvimos que llevarlo al Dr. Reggiardo, que lo intervino. Lo llevamos luego al Club Progreso, allí le acondicionaron un lugarcito para su recuperación. Estuvo bien atendido, y allí se vio cuánto lo quería la gente de Resistencia, ya que el Club tuvo que poner dos teléfonos a disposición para atender la cantidad de llamados de la gente que quería saber como seguía Fernando. Para esa solidaridad con el perro, no había horarios, y el teléfono sonaba mañana, tarde y noche.
En otra oportunidad, pese a tener chapa Nº1 de vacunación antirrábica, fue llevado por la perrera, lo metieron medio dormido en el camión. Tatalo Domínguez , boxeador chaqueño y titulo Argentino, recriminó, junto a otras personas, a los perreros que lo apresaron. Discutieron, y finalmente rescataron a Fernando junto a los restantes perros, que se metieron todos en el Sorocabana.
Yo no me preocupaba por bañarlo, y a él mucho no le gustaba. Por la mañana andaba sucio, pero por la tarde aparecía blanco. Hasta que se despejó la incógnita, una mujer que nunca dio su nombre, lo atendía y lucía bien, elegante y arrogante como un hombre de la noche. Era un bohemio blanco.
¿Que significó su muerte?
Yo no fui al sepelio, lo choferes de los taxis de la Plaza, vinieron a buscarme, extrañados por mi ausencia. Muchas veces, esos choferes aproximaban a Fernando a los lugares en los que yo actuaba, y a los que no podía llegar ó no me encontraba. Pero no pude ir al sepelio.
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2 comentarios:
ESTA HISTORIA SIEMPRE ME CONMOVIO, YA QUE SE SOY DE DURAZNO Y TENEMOS UNA HISTORIA MUY SIMILAR A LA DE ESTE PERRO PERO MUY TRISTE. EL PERRO GAUCHO A QUIEN TODO DURAZNO AMO AL IGUAL QUE FERNANDO. A VECES NO SOMOS CAPAZ QUE TAN GRANDE ES EL AMOR QUE PUEDE DAR UN ANIMAL Y NO LO VALORAMOS. AMO LA CANCION DE ALBERTO CORTEZ POR ESO, YA QUE SE ME VIENEN LAS 2 HISTORIAS A LA MENTE. FELICITACIONES POR EL TRABAJO. Y ESPERO QUE LOS SERES HUMANOS SEPAMOS VALORAR MAS EL CARIÑO QUE NOS DAN LOS ANIMALES Y QUE A VECES,SON MALTRADOS POR OTROS
No conocía la historia hasta que un vecino preguntoume si entendía algo de internet porque necesitaba saber de la historia de "fernando", el perrito con el cual él jugava en las calles de Resistencia cuando chico!!!Le pregunté que tenía de especial el perro para estar en internet...y sus ojos se le llenaron de recuerdos y yo, contenta por haber descubierto tan hermosa historia.
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